Wednesday, June 29, 2011

Amazon cazador o presa (de Apple) 2da parte

Viene de la 1ra parte

Para llegar a un nivel de hegemonía del Kindle, Amazon debe convertir los e-books en un fenómeno de mercado masivo. Lograr que el concepto de libro electrónico pase de mera curiosidad a artículo de consumo como ocurrió con el iPod y el formato MP3.Existe un camino muy duro por delante, dado que la música y los libros son intrínsecamente diferentes. Por ejemplo, los usuarios del Kindle no pueden escanear sus bibliotecas y archivarlas en el dispositivo (como se hace con un CD al pasar al MP3). Para ganar control sobre la distribución digital, Amazon debe fijar precios lo suficientemente bajos como para motivar a los lectores a optar por la versión Kindle y descartar el libro en papel. Apple estableció inicialmente un estupendo precio fijo de US$ 0,99 por canción (ahora los precios van desde US$ 0,69 hasta US$ 1,29 para los temas más populares), y conformó un monopolio virtual de la distribución digital de música online en el que tiene una participación del 87 por ciento en las descargas. En el proceso, surgió el iPod, que posee el 70 por ciento del mercado de reproductores MP3 y que, junto con el iPhone que ayudó a inspirar, representa más del 40 por ciento de los ingresos de Apple.
Una entrada tardía a la descarga de música le deparó a Amazon sólo modestas ganancias, a pesar de vender a menor precio que Apple. Aun después de establecer a Amazon como el mayor jugador online en ventas de discos compactos, fue demasiado tarde para la descarga digital.
No repitió ese error con los libros electrónicos. El primer movimiento de Amazon cuando introdujo el Kindle, fue imponerle un precio de US$ 9,99 a los editores. Pero, mientras Apple gana con cada canción que vende (después de pagar ancho de banda e infraestructura), Amazon pierde dinero con muchos títulos, y los editores se quedan con US$ 12 o US$ 13 por e-book. Se podría suponer que los editores se benefician con este acuerdo, pues no gastan en papel, tinta, fabricación, depósito ni transporte, ni reembolsan devoluciones.
Sin embargo, no es tan simple. Amazon está creando un precio “pegajoso” en la mente de los consumidores y redefiniendo el costo de un libro, como Apple hizo con la música. Si los compradores de libros unen fuerzas con Kindle para mantener bajos los precios, los editores, inevitablemente, perderán.
El Kindle tiene legiones de fans, y ellos tienden a comprar más libros que el lector promedio. Pero la evolución electrónica del libro apenas comienza. Los e-books sólo representan entre el 1 y el 3 por ciento de las ventas de libros. Y Amazon no es la única que intenta asegurarse un lugar.

Apple puede sabotear los mejores planes de Amazon. Hace tiempo que se lanzó una tablet PC touch-screen (el IPad) de Apple, a pesar de la famosa frase de Steve Jobs: “No importa cuán bueno o malo sea el Kindle; el hecho es que la gente ya no lee, quiere algo más”. Para los expertos, esta fue una clara indicación de que debía estar planeando un e-reader. Cuando Jobs se molesta en criticar y subestimar productos de un competidor, o desmiente en términos generales está interesado en un determinado mercado, es allí donde suele dirigir su instinto asesino.
Estos dispositivos hacen creer que Apple puede estar preparando un movimiento hacia el e-book. En 2008, agregó libros a los productos y servicios cubiertos bajo su marca iTunes Store. Y una reciente aplicación de patente incluye una tecnología multitouch de libros electrónicos (un método para “simular que un dedo vuelve las páginas de un libro real”).
Un dispositivo de este tipo, con pantalla multitouch color de 10 pulgadas, Wi-Fi, y acceso 3G para la carga y descarga, podría derrotar a la pantalla con escala de grises y la limitada funcionalidad del Kindle. Apple también podría usar la infraestructura de iTunes como un escaparate virtual para distribuir e-books (ya vende audiolibros). Apple con su IPad lanza una tablet PC que además de leer libros ofrezca video, música, navegación en la Web, email y el poder combinado de iTunes y Apple App Store, orientada a una audiencia mucho más amplia.
Hay que recordar que Apple es, antes que nada, una compañía de hardware poco preocupada por hacer dinero a través de contenido mientras pueda vender iPods o IPads.

Apple está mucho más capacitada para diseñar hermosos productos que la gente desea comprar, y también puede ser un socio más deseable que Amazon para los editores. Repentinamente, el cazador se convierte en cazado, y si el libro electrónico despega, Amazon podría descubrir que es ella la que sobra.
Aunque esto no significa que vaya a marchitarse. La evolución les sirve a quienes son capaces de adaptarse, y la transformación de la industria del libro tomará tiempo. Amazon puede aprovechar su influencia online y, en nombre de erradicar el despilfarro de las devoluciones, empujar a los editores a adoptar el “impreso a pedido” mientras apuntala su estrategia de libros digitales. Ya está testeando en universidades el Kindle DX, para libros de texto y diarios, con una pantalla de aproximadamente el doble del tamaño. Por el momento, Amazon podría adoptar un enfoque Microsoft con las aplicaciones de e-book, en contraste con el armado de hardware cerrado de Apple. A principios de 2009, relanzó una aplicación Kindle de iPhone gratuita, y un vocero de la compañía declaró la intención de ofrecerlo para “un espectro de teléfonos móviles”.
Mirando a largo plazo, cuando los lectores migren a los libros digitales es posible que la forma básica del libro cambie.
El deterioro de la palabra impresa en papel es parte de un patrón de desarrollo predecible. La forma incipiente de una nueva tecnología tiende a ser espejo de lo que había antes, hasta que la innovación y las necesidades del consumidor la llevan mucho más allá. Los primeros automóviles eran “carruajes sin caballos”. Cuando los diarios empezaron a presentarse en la Web, el contenido reflejaba lo que se ofrecía en la edición impresa.

Pero, así como un ingeniero ya no parte de un carruaje para diseñar un auto deportivo, los libros se moverán muy lejos del papel y la tinta. Pronto podrían convertirse en eventos multimedia. En este modelo transformativo, la industria del libro podría quedar realmente bien posicionada. Los editores podrían unirse con autores y productores multimedia para forjar un nuevo canal de e-books dinámicos que vayan más allá de la prosa lineal, y brindar una mezcla de texto, video, entrevistas de audio y mapas en 3D, es decir, un ecosistema íntegro de contenido edificado sobre el libro. Para Twilight, la novela del vampiro adolescente de Stephenie Meyer, lo multimedia podría consistir en un videojuego en el libro, minibiografías de los personajes, mapas, música y discusión enhebrados. Un elemento interactivo permitiría a los lectores crear sus propias historias y cortos animados con los personajes. De repente, un libro con simples palabras en sus páginas parece algo muy limitado. Y no sólo los libros; también las revistas y los diarios.
Aunque esto no implica que los libros tradicionales dejen de imprimirse, lo mismo se decía sobre los discos de vinilo. Los jóvenes de hoy han crecido con una dieta regular de comida digital, y los libros multimedia pueden encajar muy bien con sus omnívoros apetitos.
Y esto habla de lo delicada que es la evolución. El que ayer estaba al tope de la cadena alimentaria, hoy se ha convertido en el almuerzo.

1 comment:

  1. muy buen tema para la grafica, los E-books
    a seguir!!!!

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