Debe existir una perfecta alineación entre cada uno de los objetivos, entre estos las estrategias y planes de la empresa. Un objetivo debe conducir a otro, esto requiere de planeación, y la vez deben existir unas estrategias para poder desarrollar el plan adecuado que contemple cada una de las estrategias y objetivos.
Para desarrollar una estrategia debemos saber en que medio nos vamos a mover, que condiciones debemos enfrentar, a que riesgos no podemos exponer eventualmente y lo mas importante, que oportunidades podemos tener y aprovechar al máximo.
En muchas ocasiones puede pasar que teniendo tan claros y bien definidos los objetivos, sino hay compromiso del directorio que se vea reflejado en el resto de la estructura de la empresa no habrá éxito en alinear metas personales con las de la empresa; por lo que no se obtendrá la máxima sinergia de grupo.
La estrategia nos sitúa en el campo de batalla, su ejecución es lo que finalmente decide su éxito o fracaso”. (Gordon Eubanks)
¿Pero que pasa con la estrategia?
El valor de una estrategia se pierde por problemas en la ejecución, porque los empleados no se consideran suficientemente motivados, o adecuadamente alineados con los objetivos de la organización.
Es importante garantizar que tanto los distintos niveles de dirección como el resto de los empleados, reciban los mismos mensajes, los entiendan y tengan la oportunidad de reaccionar de manera positiva.
Toda empresa tiene empleados motivados, pero algunos de ellos lo pueden estar por los motivos equivocados. Este tipo de empleado hará cualquier cosa para conseguir sus objetivos personales, pudiendo pasar por encima de algunas personas sin ninguna consideración hacia ellas. Si los esfuerzos del empleado no están sincronizados con los valores de la organización, o con la misión del departamento al que pertenece, su compromiso hará más daño que bien a la empresa; para evitar esto: las creencias, los valores, las normas y la filosofía de la alta dirección deben guiar la formulación de la estrategia transmitiéndola a toda la estructura.
Esto es cultura organizacional y estrategia, hay que estudiarla ya que cumple un papel principal en el rendimiento de la organización, una estrategia implica asignar recursos y prestar atención a un conjunto especifico de propósitos, todo ello debe ser bien comunicado a todo integrante que pueda influir para llegar a buenos resultados.
HacerEjecución
Los 8 desafíos del modelo eficaz de ejecución de la estrategia que se mencionan en el artículo, yo los agruparía en 3 etapas siendo la etapa de gestión donde se tiene que plantear el camino a recorrer, como recorrerlo y a donde llegar teniendo un objetivo a largo plazo y metas a corto plazo así cumpliendo estas ultimas sabremos si estamos en buen camino para logar la principal, también obtengo datos cuantificables que pueden ayudarme a adaptarme o modificar lo necesario, las estrategias exigen cambios estos hay que gestionarlos para que no sean mal vistos ni mal percibidos, para gestionaros hay que conocer muy bien los pasos a seguir y su ejecución, tener convicción en el rumbo y todo esto saber transmitirlo. Como segunda fase entra la ejecución donde la misma tiene que presentar una estructura de poder, como va a afectar a cada escalafón debe ser explicito la intervención de la gerencia en la ejecución para demostrar apoyo sino ser un fracaso rotundo, esta ejecución debe fomentar la comunicación de ahí la frase del 5 punto “Los gerentes deben saber quién hace qué, cuándo y por qué, así como quién es responsable de los objetivos clave de la ejecución.” El directorio además debe incentivar este cambio estimulando el comportamiento determinado como adecuado mediante incentivos, beneficiar a quines los cumplen, premiar a los que hacen pero no castigar a quienes no llegan al logro. Como última etapa tiene que haber toda una retroalimentación de estos procesos de ejecución para poder evolucionar en una futura estrategia o continuamente. Eso es parte de la cultura organizacional de la empresa de un liderazgo ejecutivo que es parte de la estructura productiva.
En lo que se conoce como gestión de la calidad total, que puede ser aplicado en este artículo, el compromiso del líder es indispensable, él debe llegar hasta el último empleado. Solicitándole inmiscuirse en la solución de problemas formando grupos de mejora continua. El concepto es: “quien mejor para corregir un método o estrategia de trabajo que quien la ejecuta”.
Esto debe ser parte de la cultura corporativa, debe poder trasmitirla a todos sus empleados con dichos y hechos, fomentarla, así el control y la búsqueda de mejora saldrá del empleado mismo en forma de auto superación, y logro profesional.
Las estructuras empresariales pueden interpretarse como pirámides de engranajes conectados entre sí, donde en la cima está el dueño y que con un pequeño movimiento movilizará a todos por debajo de él, tanto para bien como para mal. Estos líderes deben estar bien capacitados, estar enterados de todo lo que sucede en la empresa. Saber de las tareas, funciones, obligaciones. Se delegan las ejecuciones, no las obligaciones. Cuando las megaestructuras no lo permiten deben tener gente debajo de ellos con sus mismos pensamientos, fomentarles sus ideas, y hacerlas llegar mediante la tan mencionada cultura organizacional a todos.
Un líder tienen que cubrir los aspectos que menciona Charan al final del artículo, si es que se considera uno.
Siempre adoptar una actitud ganadora, positiva. No ver el vaso medio vacío nunca.
Mostrar, y no solo con dichos, interés por las personas que son sus empleados, la gente que llevará a cabo sus ideas. El personal es el valor más importante que tiene una empresa.
Expresarse con claridad y llegar a todo integrante de la estructura. Dar claros conceptos, ser específico, nunca ambiguo.
Plantear un objetivo, y no modificarlo ante a primer contrariedad. No ser contradictorio con los objetivos. Plantear metas a corto plazo para poder ir percibiendo el buen camino y a su vez poder ir cuantificando los logros. Al poder ir registrando metas puedo ir controlando más, si controlo puedo medir, si puedo medir puedo evaluar, si evaluó puedo corregir mis próximas metas para mejorar sin desviar el objetivo.
No perder nunca la línea de mando. Saber asignar responsabilidades y tareas. Un buen líder sabe delegar y elegir a quién detectando competencias y aptitudes. Nunca sin perder el seguimiento.
Saber que la capacitación siempre es necesaria para estar atento al cambio, nuevos conocimientos nos mantienen actualizados y activos.
Saber lograr sinergia, alinear objetivos, asignar recursos, determinar responsabilidades y dar seguimiento. Es lo principal en un líder. De no poder con alguno de ellos, deberá poder detectar el problema, buscar una solución y remediarlo.
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